lunes, 11 de mayo de 2009

BOLETIN DE PRENSA

URGE TRANSPARENTAR LOS RESCATES A EMPRESAS E INTERMEDIARIOS FINANCIEROS!

Se ha iniciado un nuevo salvamento financiero del sexenio de Felipe Calderòn. En los hechos se ha constituido el primer Fobaproa de intermediarios financieros. Al igual que en la crisis de 1994-1995, nuevamente el común denominador sigue siendo la falta de transparencia del nuevo rescate con recursos fiscales.

El día viernes ocho de mayo se concreto el salvamento y rescate de Sofoles y Sofomes por parte del gobierno federal a través de Sociedad Hipotecaria Federal. El argumento es el mismo de siempre: Son tan importantes que no se les puede dejar quebrar. A partir de dicha premisa, la SHF firmó un acuerdo con la banca comercial para inyectar liquidez a los intermediarios financieros que tienen problemas para enfrentar los vencimientos de las operaciones bursátiles.

Las grandes dificultades de pago que hoy enfrentan las Sofoles más grandes como Su Casita, Crédito y Casa y Metrofinanciera, no solo se debe a los problemas normales que arroja la crisis económica actual. También se presentan grandes errores en el manejo de las inversiones realizadas a largo plazo en sustitución de las de corto plazo a travès de creditos para la construcciòn de vivienda y no la compra de terrenos con un claro sentido de especulación inmobiliaria, y en el otorgamiento irregular de créditos a personas –que ellos y las constructoras autorizaron- sin posibilidad de pago.

El gobierno es ahora garante de pago. Sobre las garantías (65%) entregadas por la SHF se amplió el plazo de pago de los intermediarios por tres años en los vencimientos del 2009 y 2010. Es decir que, prácticamente el gobierno federal se convirtió en el aval de la deuda de dichas intermediarias financieras ligadas a la construcción de vivienda.

El problema radica en que no hay en lo absoluto ninguna transparencia en este nuevo rescate. La población y el Congreso de la Unión no sabemos cuales son los compromisos que dichas intermediarias van a adoptar para evitar que ocurra una perdida fiscal con cargo a los contribuyentes. Estamos viendo que, por la magnitud y la presencia de dichas intermediarias en el mercado financiero, será posible un contagio al resto de las entidades que operan en el país.

Las exigencias económicas que presupone las reestructuración de los vencimientos de dichas intermediaras, tanto en materia de plazos, tasas de fondeo, costo de los créditos y la difícil situación del mercado inmobiliario, nos llena de preocupación de que en el corto plazo se declare la quiebra de dichas entidades y el costo fiscal se desarrolle en detrimento de las finanzas públicas.

Estos hechos corren de manera paralela con el apoyo que están recibiendo las grandes empresas que entraron en suspensión de pagos y falta de liquidez para enfrentar los vencimientos con los acreedores tanto en moneda nacional como en dólares. En los casos de la Comercial Mexicana, Cemex, Vitro, los grupos industriales de Saltillo y Durango entre otros, se ha estado usando no solo el otorgamiento de garantías por parte de Bancomext y de Nafin, sino también la disposición de dólares mas baratos para aliviar la situación que en estos momentos enfrentan.

Lo grave no es el apoyo, sino que hay una total falta de transparencia. No se sabe cuales son los compromisos de dichas empresas, no hay castigo ni sanción por las irregularidades en sus inversiones y tampoco existe claridad sobre las posibilidades reales de que dichas entidades puedan cumplir sus compromisos.

Estamos ante el peligro real de que en el corto plazo el gobierno federal tenga que asumir el control tanto de intermediarios financieros como de empresas que no pudieron honrar el compromiso de pago. La gran incógnita sigue siendo el costo fiscal que ello representará para los mexicanos y las repercusiones en el sistema bancario de nuestro país. La morosidad en los créditos al consumo será un juego de niños frente a las imposibilidades de pago de dichas empresas e intermediarios. Es mejor hablar desde ahora con la verdad y asumir las responsabilidades financieras y penales.

Lo más grave es que el gobierno solo esta preocupado por las grandes empresas e intermediarios. Sólo para ellos hay un programa de rescate. El resto de la economía está totalmente desprotegida. El nuevo programa de rescate anunciado por el Dr. Cartens de 18 000 millones de pesos es a todas luces falso. No existe.

La reducción del 20% de las cuotas patronales al IMSS, es de solo dos meses y con un tope de 35 mil pesos. La reducción del pago mensual del ISR, solo por el pago en exceso del IETU y ello no significa que le restituyan ingresos a las empresas, Las otras medidas son muy focalizadas y llenas de limitaciones en materia de líneas aéreas y el sector turístico y hotelero. El resto, que tiene que ver con impuestos sobre nómina dependerá de la aportación- casi imposible – de los gobiernos estatales por un monto de 1900 millones de pesos y la ampliación de créditos solo tiene como base un incremento en las garantías, pero este hecho no significa el acceso inmediato al crédito y el aumento de liquidez.

Lo que el gobierno federal ha puesto en juego como ayuda para solventar la crisis post-epidemia son en realidad menos de 3 mil millones de pesos.

En realidad, el gobierno transita sin ningún programa real para enfrentar la gravedad de la situación económica del país. Todo está a la deriva, salvo el rescate de grandes empresas e intermediarios financieros.


EL BARZON

ALFONSO RAMIREZ CUELLAR
URIEL VARGAS.

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